martes, 28 de diciembre de 2004

LA ULTIMA SENTENCIA

Hombrecito triste
tus lágrimas caerán por siempre.
En tu llanto se irá tu alma.
Y a pesar de todo
seguirás vivo en la tierra.

Y no tendrás Dios
Y no tendrás Diablo
Y no tendrás sueños ni tendras amor.

Tu rostro será ajeno
como una mascara
prestada al polvo
seras ciego
caminando por calles tenebrosas.
Serás la sombra de la Salamandra
presumiendo
la inocencia del árbol.
Sin embargo
Tendrás la pureza del trueno
al nacer en la raiz del fango
y al disolverte rebelde
en el vientre de la piedra.
Habrá concluido la ultima sentencia.