miércoles, 20 de septiembre de 2006

VER LUCIR LA PROPIA LUZ.

En estados de oscuridad, como son tristeza, enfermedad, constricción, etc., nos complace ver que podemos aún procurar luz a los demás y que éstos descubren en nosotros una esfera luminosa producida a semejanza de la de la luna. Por medio de este rodeo participamos de nuestra propia facultad de iluminar