lunes, 6 de junio de 2005

DEMONIO

Entre volutas de oscuridad nace UN lánguido hedor a éxtasis.
La caída del sol provoca el pesar más lamentoso de quien en él vive.
La sombra de un antiguo DIOS tensa hasta el más pequeño de los nervios.
Es LEÓNIDAS quien en la totalidad de esa noche virginal irá hacia tí, en BUSCA de aquel tan preciado cáliz; proveniente de la raíz misma de tus alas ¡Oh pequeño ángel, pequeño demonio! Que EN tu inocente existencia jamás habéis pensado en tu sagrado final... Entonces en TUS más profundos SUEÑOS te arrebatará el alma, Entre susurros desgarradores y quejas que se entrelazan con el dolor y el placer, LA convulsión de tus músculos colapsará en un sinfín de sensaciones jamás conocidas por tu ser, ¡Es ahí donde hasta tu raciocinio mortal se preguntará qué mierda es lo que eres! ¡Oh pequeño ángel, pequeño demonio! hoy eres de Leónidas que sin tu consentimiento te a tomado desde aquí y por la ETERNIDAD esperarás en cada noche el reencarnar de los hechos acontecidos, sólo para revivir esa ENARDECIDA sensación DE dolor y placer que nadie más podrá entregarte ¡Oh pequeño ángel! ¡Hoy has de nacer como UN carnal e impúdico DEMONIO!